FIESTA DE LOS CH'UTILLOS

Todos los años se celebra en Potosí uno de los festivales más bonitos de Bolivia. Es una antigua tradición española que celebra el triunfo del bien sobre el mal. Aunque esta fecha celebraba originalmente una fiesta religiosa, con los años se ha convertido en una oportunidad para mostrar el rico folclore de la cultura indígena.

Durante el ^primer siglo de la plata de Potosí (el XVI), se dice que el diablo abandonó la mina para dirigirse a la parte baja de la ciudad, con el fin de probar el estilo de vida afrancesado de los libertinos potosinos. Los párrocos, ya horrorizados porque las treinta y tres iglesias no eran suficientes para mantener el rebaño católico, y abrumados por los cientos de casas de juego, burdeles y locales de peleas de gallos, organizaron una procesión de monstruos para ahuyentar a Satanás. La procesión se puso bajo la advocación de San Bartolomé, el único santo disponible en ese momento, ya que los demás estaban ocupados aliviando el sufrimiento de los mineros.. San Bartolomé consiguió que el diablo fuera aplastado(ch'utar en quechua) en uno de los cerros al sur del pueblo, donde una mancha verdosa aún lo atestigua, pero algunos historiadores afirman que este culto al "diablo del cañón" ya estaba presente mucho antes de la llegada de los españoles... Nuestro consejo para disfrutar plenamente de esta extraordinaria fiesta es ir la víspera, cuando el ambiente del pueblo comienza a calentarse.

La víspera del gran día, llegan camiones cargados de campesinos del Norte Potosí, que a veces practican la tradición del Tinku, un deporte de combate practicado en el pasado por los aymaras, que puede asemejarse a una forma de boxeo o de judo. El primer día (el 24), los ch'utillos (bailarines) toman la ciudad con algunas de las actuaciones más coloridas del país. M'acha, Manquiri, Llallagua, todas las comunidades de la región acuden a la fiesta, vestidas con sus más ricas galas y luciendo sus elegantes sombreros. Sin embargo, toda esta pompa y circunstancia no debe hacer olvidar que sus ingresos medios son modestos. Los potosinos, como la gran mayoría de los bolivianos, han aprendido a perpetuar su fastuosa cultura con muy poco. Si tienes suerte, podrás ver a este músico del Norte Potosí bailando mientras toca el arpa... El segundo y tercer día son más clásicos. Diabladas, Pujllay, Caporales, Saya, Tobas, Cuecas, y muchos otros bailes con los que pronto empezarás a familiarizarte. ¡Salud! Cerveza potosinaen la mano y que empiece la fiesta!