CASA DE LA LIBERTAD
El Salón del Senado expone los retratos de todos los presidentes de Bolivia, desde el nacimiento del país hasta la actualidad
A finales del siglo XVI, los obispos y arzobispos de Charcas, así como los jesuitas, solicitaron a la corona española la creación de un "alto lugar de aprendizaje". Sus peticiones condujeron a la fundación, primero, del Colegio de San Juan Bautista en 1621, y luego, tres años después, de la Real y Pontificia Universidad de San Francisco Xavier.
La universidad fue fundada por el padre jesuita Juan de Frías Herrán en 1624, pero ya funcionaba informalmente en 1621 en los locales del colegio de los jesuitas. Durante este periodo, la iglesia de San Miguel era el lugar de celebración de todos los actos solemnes y académicos.
Los edificios de la universidad se construyeron con las aportaciones económicas de los jesuitas. El primer edificio, terminado en 1701, fue el que hoy se conoce como la Casa de la Libertad. A pesar de las alteraciones realizadas en el edificio durante el siglo XIX, los locales de la universidad han conservado en general su aspecto original. Una vez atravesada la puerta, se llega a un patio rectangular típicamente colonial, en cuyo centro hay una gran fuente de piedra. Alrededor de este patio se organizan las salas que se van a visitar.
Al entrar, en el extremo derecho, la primera sala muestra todos los objetos relacionados con la colonia. A la izquierda hay un retrato de Pedro de Anzures, marqués de Camporedondo y fundador de la ciudad. El escudo de la ciudad lleva un águila bicéfala sostenida por los pilares de la ciencia y el conocimiento; debajo aparecen los reinos de León y Castilla y una bandera que representa las cruzadas; al fondo se ven el Cerro Rico a la derecha y el Cerro Porco a la izquierda. Las tres marcas principales de la nobleza eran: una hija colocada en un convento, la posesión de un escudo de armas que se pintaba especialmente en los retratos y, por supuesto, un nombre de partícula tan largo como la fama de un antepasado.
A la derecha, desde la entrada, hay un mapa de la ciudad que data de 1777, en el que aparecen las dos montañas que dominan Sucre, Sica Sica y Churuquella, y, en el extremo izquierdo, el lugar donde se fundó la ciudad. Contra una de las paredes se encuentra un ataúd que en su día fue utilizado por la universidad. En la vitrina del centro de la sala se exponen importantes documentos relativos a los reglamentos y órdenes del rey. Dice: "yo, el rey", con la firma real al lado. En la pared opuesta, un retrato del rey Carlos III tiene un fuerte valor simbólico, ya que fue ante él que las autoridades españolas de la Real Audiencia llegaron a jurar fidelidad. A la izquierda, el retrato de una mujer la muestra vestida con uno de los vestidos característicos de la época colonial, que inspiró las polleras de las campesinas. A la salida, a la derecha, echa un vistazo al retrato de Don Ramón García de León y Pizarro, máxima autoridad en los últimos años de la colonia y que dijo una frase célebre: "La conquista empezó con Pizarro y con Pizarro terminará". »
Junto a la primera sala se abre el espacio más bello de la Casa de la Libertad: el Salón de la Independencia, de gran importancia histórica. Aquí se reunió el primer congreso constituyente de Bolivia y se firmó el Acta de Independencia el 6 de agosto de 1825. Bajo un techo artesonado y en espiga, se puede admirar, sobre la puerta, una hermosa tribuna tallada en madera de cedro y dorada con pan de oro de 24 quilates.
Tiene forma de U, que recuerda a los coros del siglo XVI. Su decoración es de estilo barroco. Originalmente, a principios del siglo XVII, esta sala era la capilla privada de los jesuitas. Por ello, los púlpitos, marcados con su emblema, siguen allí. Cuando se fundó la universidad, esta sala se utilizaba para los exámenes públicos del doctorado en derecho y filosofía. Muchas de las personas que han escrito la historia de América Latina han pasado por sus cuatro paredes.
Al fondo, a la derecha, se puede ver la capilla conocida como el "templete argentino". Hay un retrato del general argentino Belgrano, creador de la primera bandera argentina. En la ventana está expuesta la bandera de la segunda división auxiliar argentina, derrotada por los españoles. Más adelante, al salir de la capilla, se pasa por una sala que recuerda a los héroes de la Revolución. Al fondo, un retrato de Zudanez, que dio el primer grito revolucionario en América Latina. En el suelo, un cañón que fue utilizado para destruir las puertas de la Real Audiencia de Charcas. También hay dos espadas con las que lucharon dos mariscales: Sucre, en la batalla de Ayacucho, y Ballivián, en la batalla de Ingavi. Junto a él se encuentra el Salón del Senado, donde se reunía el Senado. Aquí se exponen los retratos de todos los presidentes de Bolivia, desde el nacimiento del país hasta hoy. Al fondo, domina un enorme busto de Bolívar, que data de 1966 y está tallado en una sola pieza de madera. De las dos primeras banderas bolivianas expuestas, una se utilizó hasta 1825. Muestra las cinco provincias que firmaron el Acta de Independencia: Potosí, La Paz, Charcas, Cochabamba y Santa Cruz. La segunda bandera, utilizada hasta 1826, lleva el primer escudo de la ciudad. En esta misma sala se encuentran también varios objetos de la época republicana. La cuarta y última sala está dedicada al Mariscal Sucre, su vida y el papel que desempeñó en la historia del país.
Musée très intéressant pour découvrir la naissance de la nation bolivienne.