MUSEO Y CONVENTO DE SANTA CLARA
Un museo rico en las numerosas obras de arte acumuladas en el monasterio durante cientos de años
Fundado en 1636 por María de Ceballos, el Monasterio de Santa Clara cuenta con un hermoso claustro, numerosas celdas, algunas dependencias y, sobre todo, una iglesia de una sola nave, ampliada por dos coros, el superior y el inferior.
La iglesia, remodelada en 1920, tiene una fachada neoclásica, admirable por sus proporciones. La simplificación de la vida monástica debida a las recientes reformas de los concilios condujo a la adaptación sucesiva de los coros superior e inferior para transformarlos en un museo. Un museo rico en las numerosas obras de arte acumuladas en el monasterio durante cientos de años (pinturas y esculturas de Gasar Miguel de Berrios). En el coro superior se pueden admirar numerosas pinturas de las escuelas charcas y cuzqueñas, muebles barrocos, esculturas de madera, libros antiguos de los siglos XVI al XVIII y ornamentos sagrados.
Al fondo de la sala del antiguo coro alto, en medio de la pared, hay una pequeña ventana que da al interior de la iglesia. Se trata de la "puerta del comulgatorio", realizada en madera tallada policromada de estilo barroco mestizo. Aquí es donde las hermanas recibieron la comunión.
En la sala de abajo, no se pierda el magnífico órgano del coro. Este instrumento fue fabricado en Sucre en 1664, en los talleres del maestro Pedro de Las Casas. Las puertas exteriores están decoradas con pinturas del rey David y de Santa Cecilia. Los fuelles son de madera de cedro y plomo y se prensan manualmente. El conjunto data del siglo XVII.