Dominado por el monte Pelée, este lugar cargado de historia relata el increíble destino de sus rones de sabor incomparable.
Con sus espacios verdes y sus vistas al mar, la destilería Depaz se impone como una hermosa parada. La plantación, destruida en 1902 y reconstruida siete años después por Victor Depaz, se mantiene alejada de la ciudad, vigilada por la impresionante montaña Pelée. El clima y el medio ambiente aportan al ron una calidad estimada, reforzada por un trabajo de alta calidad cuyo secreto se transmite de generación en generación. La visita de la destilería Depaz te hará descubrir todas las fases de preparación del ron. Gracias a un circuito libre con paneles, podrás apreciar este lugar histórico y pasear por los caminos de este terreno. Más allá de todas sus máquinas, el castillo Depaz, reconstruido al mismo tiempo, domina un magnífico parque de 5 hectáreas con sus árboles majestuosos y centenarios y el visitante tendrá ahora la alegría de descubrir las diferentes piezas de la vivienda: su vestíbulo, su comedor, su sala de fumadores, su sala de juegos, su sala de archivos y la oficina del señor Depaz. Al final de su visita, tras un descanso desagradable en la Case en Louisette, puedes hacer una parada en la tienda para hacer tus provisiones de rhums y regalos originales; se le ofrecerá una degustación.
: porte fermée ! pour un horaire de fin de visite prévu à 15h30. Pas d'écriteau. Quelqu'un finit par arriver en claironnant "c'est fermé, c'est fermé" à travers la vitre, sans un regard, sans un soupçon d'amabilité.
Ensuite à la dégustation, la personne en charge, très peu amène, module certainement son interaction client avec le niveau de promesse d'achat : pour la dégustation d' un seul rhum XO hors d'âge, pas un regard, pas un sourire. Enfin, en caisse, c'est confirmé, expérience client transparente, pas une réponse à mon bonjour, pas un regard, pas une parole, le sac d'emballage est jeté sur le comptoir... :la dégustation m'a rendu fantomatique.
En résumé, à éviter absolument pour tout achat de rhum; aller à l'habitation Clément où s'exerce un grand professionnalisme aimable.