Esta meca del comercio de bebidas espirituosas de Martinica es famosa por su fundación de arte contemporáneo, su espléndido parque y sus rones AOC.
Situada al sur de Le François, Habitation Clément es famosa por sus rones AOC, su fundación de arte contemporáneo y su espléndido parque botánico, galardonado con la etiqueta Jardin remarquable en 2015. Es una parte importante del patrimonio arquitectónico e industrial de Martinica. ¡Es una visita obligada si está de paso por la isla!
L'Habitation incluye la antigua destilería, convertida en Centro de Interpretación de los Rhums Clément, las bodegas de envejecimiento donde maduran los famosos rones añejos Clément, una casa criolla declarada monumento histórico francés y un parque botánico.
Desde hace casi veinte años, la finca combina tres actividades: la producción de ron agrícola, las visitas a la finca y las exposiciones de arte contemporáneo. Podrá pasear libremente por un vasto parque arbolado de dieciséis hectáreas salpicado de obras de arte e indicaciones, que alberga más de 300 especies vegetales de diferentes regiones tropicales del mundo, entre ellas una notable colección de palmeras procedentes de todo el mundo.
También puede visitar la casa criolla del siglo XVIII, con sus muebles de época y fotografías antiguas. En la sala de degustación se pueden probar los rones de la finca y comprar el famoso néctar.
Para apoyar su política de promoción de artistas caribeños, Habitation Clément ha creado una Fundación. Acoge regularmente exposiciones, apoya la creación local y alberga un centro de archivos e investigación documental sobre la historia de Martinica.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre CASA LENIENTES
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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Un magnifique jardin enrichi d'œuvres d'art où chaque arbre ou plante est nommée.
Parcours dans la distillerie également très intéressant pour comprendre la fabrication du rhum.
En revanche arrivés à la dégustation (point important de la visite pour les amateurs de spiritueux) nous avons tout de suite ressenti le côté industriel de l'entreprise :
3 barmen pour une trentaine de visiteurs au comptoir.
Nous nous sommes presque sentis indésirables par la personne (Jane P) qui nous a pris en chage.
Malgré le nombre de personnes en attente de déguster, elle ne semblait s'intéresser qu'au groupe de 5 qu'elle semblait connaître et à qui elle a pris le temps de faire déguster chacune des références de la maison avec des explications qui avaient l'ironie intéressantes.
Venu notre tour on nous a expressément servi sans aucune explication et et fait ressentir qu'il fallait se dépêcher. (Déplorable par rapport au prix payé pour l'entrée)
Les deux autres barmen autour semblaient pourtant très investis et compétents, malheureusement nous avons mal choisi notre côté du bar...
Difficile de changer au cours de la dégustation.
Nous avons rapidement quitté les lieux sans acheter aucun produit car impossible d'en comprendre la philosophie et d'apprécier dans de telles conditions.
Quel dommage