Guía de viaje Bellefontaine

Aferrada a un amplio acantilado, esta auténtica ciudad mercado se extiende a lo largo de la costa del Atlántico Norte. Debe su nombre a un colono del siglo XVII que se dice vivió aquí... Este pueblo de pescadores invita al descanso y la contemplación. Aunque la pesca con jábega, las redes de pesca típicas de la isla, es ya más bien una cuestión de folclore local, no dejará de fascinarse con la visión de los eucaliptos multicolores que navegan tranquilamente por las profundas aguas del municipio. Pasee por las alturas de Bellefontaine, hogar de numerosos agricultores. Las vistas sobre los acantilados y la bahía son únicas. A la hora del "ti-punch", el pueblo de Bellefontaine se viste de noche. El pueblo, aferrado a un amplio acantilado, se extiende a lo largo de la auténtica costa del Atlántico Norte. La pesca de jábega, una tradición milenaria firmemente arraigada en Bellefontaine, se realiza con una red de varios centenares de metros de longitud. Se lleva a cabo en calas con fondos tranquilos de color turquesa para capturar peces blancos desde las primeras o las últimas horas del día. El arte se despliega en arco bajo la dirección del maestro cerquero. A su señal, todos tiran de la inexorable trampa en la que ya se retuercen coulirous, caballas o balaous. El fruto de esta cosecha, a veces milagrosa, se comparte fraternalmente sobre la arena antes de llevárselo orgullosamente a casa como trofeo.