2024

PRISIÓN DE ANNAMITA - CAMP CRIQUE EEL CREEK

Artesanía natural
5/5
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La historia de este centro penitenciario está relativamente mal descrita en la literatura guyanesa, con frecuentes contradicciones. El establecimiento se creó en 1931 con el objetivo de deportar a los ciudadanos indochinos culpables de delitos o que habían expresado con demasiada fuerza sus intenciones independentistas. La mayoría de estos prisioneros procedían de la región de Annam, situada en el centro del actual Vietnam, lo que explica el nombre dado a este campo de detención.

La prisión funcionó hasta 1938, pero para la mayoría de los deportados, el viaje a la Guayana Francesa iba a ser de ida. Las autoridades coloniales, en constante búsqueda de mano de obra, esperaban que los presos liberados se quedaran para desarrollar la tierra. Cuando esta intención se convirtió en una norma obligatoria, los prisioneros se rebelaron violentamente, pero su insurrección fue aplastada sin piedad. Las condiciones de detención eran extremadamente difíciles en el campo de Annamite. La austeridad de las mazmorras, el duro trabajo y la férrea disciplina se sumaron a un clima propicio para el desarrollo de muchas enfermedades, entre ellas la malaria, que hizo estragos en la zona.

Esparcidos aquí y allá, los restos de la prisión están ahora abandonados. Oxidadas y cubiertas de maleza, ofrecen una visión sorprendente y sombría. A la entrada del sendero, un auténtico túnel forestal, un panel ofrece información histórica sobre la prisión. La visita se desarrolla en dos itinerarios sucesivos. El primer tramo dura unos 40 minutos. Tras este agradable paseo, se llega a un claro donde se agrupan la mayoría de los restos de la prisión. Descubrirá vagones, celdas... También puede tomar la segunda parte del sendero, que sigue una antigua línea de ferrocarril instalada por los convictos (unos 30 a 40 minutos a pie). Este sendero termina en el pequeño arroyo de Anguille, donde es posible bañarse y hacer un picnic. Si tiene la tentación de nadar, tenga cuidado, ya que las rayas y las anguilas pueden esconderse bajo los bancos de arena Aunque el sendero no está muy bien marcado, es difícil perderse si se mantiene en la tabla de flotación (listones de madera en el suelo) que muestra muy bien el camino. La caminata es fácil pero, como en cualquier caminata, hay que estar cómodo con el calzado ya que el recorrido completo es de 7 km.

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