ANTIGUA CÁRCEL DEL PETIT CANAL
La antigua prisión de Petit-Canal se utilizó como cárcel para delincuentes y perrera cuando se abolió la esclavitud.
En la época del comercio triangular, Petit-Canal era el lugar de desembarco de los barcos negreros que transportaban esclavos desde el continente africano. Los esclavos se vendían a los propietarios de las granjas locales. Cerca de la iglesia aún se pueden ver las ruinas de tres habitaciones contiguas con ventanas enrejadas. El tejado, sin embargo, prácticamente ha desaparecido. Aunque durante mucho tiempo se pensó que era una antigua prisión de esclavos, los historiadores han conseguido datar su construcción a principios del siglo XIX. Aunque es posible que en su construcción participaran esclavos, es poco probable que estuvieran encarcelados. El edificio habría servido simplemente como prisión para delincuentes y, posteriormente, como perrera para animales.
Las enormes raíces y ramas de la higuera maldita confieren al lugar una atmósfera muy especial. Las raíces del árbol rodean el edificio, como si la naturaleza intentara reclamar sus derechos envolviendo poco a poco los muros. Cuenta la leyenda que los esclavos que fueron obligados a construir la prisión plantaron semillas de higuera para poder vengarse destruyendo el edificio. Por eso se la conoce como la higuera maldita. La higuera es en realidad un miembro de la familia de los ficus, cuyas raíces salen de la tierra y aumentan de tamaño a medida que el árbol crece. Debido al riesgo de desprendimientos, una ordenanza municipal prohíbe el acceso al edificio.