RESTAURANT GRANGE
Qué buena revelación se pierde sobre Saint-Jean-de-Maurienne. Basta con tomar los cordones después de Hermillon para llegar a Le Châtel. Vistas extraordinarias a la torre de Berold, pero también a las montañas, el Chatelard, el Crêt del Cuarto de Valloire, el monte Charvin… Este restaurante data de 1939. El trato es encantador, nos encantó la terraza con la bonita tregua que da a las montañas. Al servicio, también es instructor de esquí. La señora, que es belga, se agarra a los hornos para una cocina sabrosa totalmente casera. Descubrimos una fabulosa tortilla de trufas de verano, llegando directamente al Drôme. Un menú copioso y delicioso. Para probar también, un milhojas de codorniz al moscatón de Rivesaltes, del foie gras con trufas, de la embutida del país, de la meseta de quesos desde aquí… Los postres se realizan sobre el terreno. La tarta de ciruelas es deliciosa, el filete helado, nos cruzamos. Por último, la botella del chef. Un entorno agradable, una mesa sencilla y buena para un momento muy agradable con una adición muy correcta. ¡Recomendado!