Allardon Restaurant

En una plaza pavimentada en el corazón de Saint-Priest, junto al teatro, hay una casa de más de un siglo de antigüedad recuperada en 1950 por Solange Allardon, la primera de una familia que se sucederá tres generaciones a la cabeza de este bello edificio, guardiana de las mejores tradiciones de hospitalidad y de comida  de calidad y siempre con el mejor gusto de la época. Christophe Allardon representa a la tercera generación, pero aunque continúa con la tradición familiar, este líder creativo y dinámico no vive en el pasado. La cocina de Christophe Allardon, que es miembro de los Toques Blanches Lyonnaises, es 100 % casera y está elaborada con productos de calidad, exigentes en cada detalle, modernos y sabrosos. Esta casa reúne bajo un mismo techo una cervecería al mediodía, claramente visible desde la plaza, y un restaurante más discreto, con una magnífica terraza al abrigo del paso de la calle en un patio interior. Tiene una terraza protegida en la que los días soleados brillan en un entorno mágico. Las salas, en varias plantas, ofrecen un ambiente elegante, refinado y contemporáneo donde saborear nuestras comidas en pareja, en familia o en grupo (posibilidad de reservar el entresuelo, con hasta treinta plazas). La atención y el servicio son cálidos y el ambiente relajado, como les gustan a todo el mundo. En cuanto a la cocina, hay recetas del pasado actualizadas con talento como, por ejemplo, el ratatouille frío con aceite de menta y huevo escalfado, reducción balsámica o fuagrás de pato medio cocido en tostada de pan de jengibre tipo torrija. Buen menú de pescado con lomo de bacalao pasado por la plancha en aceite de oliva, judías, espárragos y alcachofas moradas en menestra o fricasé de ranas frescas con perejil al estilo de Dombes (servido solo por la noche y los fines de semana). De la tierra, un mignon de cerdo marinado en piña y especias dulces a la tajina, un andouillette Bobosse asado al punto en su jugo o un trozo de carne, según temporada. Para terminar, un semi saint-marcellin Mére Richard, helados artesanales de los Alpes o un auténtico gofre casero, receta de la abuela, hecho al gusto y servido con nata montada y chocolate. La carta de vinos también merece un vistazo. Reserve ya su mesa en el Allardon.