Okko Hôtels Lyon Pont Lafayette * * * *
Magnífico edificio Haussmann con cómodas habitaciones en Lyon que ofrece servicios incluidos en el precio.
El negocio hotelero del siglo XXI está en Lyon. Okko es un hotel como nos gustan, situado idealmente frente a Presqu’île, con una vista de ensueño garantizada, en un barrio chic y tranquilo. En la categoría de gama alta (cuatro estrellas) a la que añadiremos gustosamente el término casual, Okko ha comprendido todas nuestras exigencias y nos ha mostrado sus valores: generosidad (todo está incluido en el precio), convivencia (desde la acogida hasta el servicio, incluyendo la mesa en el restaurante), serenidad (disposición del espacio, colores y olores atmosféricos) y modernidad (Mac a su disposición, pago con reserva a distancia). Como dice el eslogan de Okko: «Cuatro estrellas y sin nubes». Frente al Ródano, Okko, que ocupa la antigua y completamente renovada prefectura, está perfectamente integrado en su entorno. Entre las muchas novedades de este hotel que desafía los códigos de los alojamientos tradicionales, cabe destacar la zona del Club, que reúne la recepción de una manera menos formal, la zona de desayunos (incluida en el precio), una sala de estar y de trabajo muy elegante y una sala de fitness. El Club creado por Okko organiza cada noche el Aperitivo para saborear los productos locales con una bebida (quesos de Mère Richard, productos Bobosse, entre otros). Hay dos tipos de habitaciones, más o menos amplias, pero todas perfectamente equipadas con ropa de cama muy cómoda y un sistema de vídeo a la carta. Los refrescos también están incluidos en el precio y Okko invita a la primera copa. Hay aperitivos gratuitos a cualquier hora del día y un escaparate con productos locales (cervezas Ninkasi, chocolates Voisin...) en venta para llevarse los mejores recuerdos de Lyon. Okko, más que un hotel, es un estilo de vida.
Edit Février 2024 :
Nous sommes donc revenus, conquis par notre 1ère expérience 3 ans plus tôt.
Pour être totalement transparents, nous sommes un peu moins enthousiastes. Si l'accueil reste particulièrement soigné et très agréable, quelques petits points négatifs à relever :
La 1ère chambre qui nous a été attribuée ne nous a vraiment pas séduits. L'agencement global (les toilettes face au lit, les fenêtres qui ne s'ouvrent pas), et les finitions assez loin du standard 4 étoiles que nous connaissons (traces sur les murs, oreillers qui pourraient être remplacés notamment).
Nous avons donc finalement payé pour un surclassement en chambre premium, dans l'ensemble bien plus agréable avec une très belle vue et un petit balcon.
Enfin et surtout, comme j'ai pu le lire en regardant les commentaires récents, l'offre snacking est bien moins généreuse qu'elle ne l'était... C'est vraiment dommage car c'était LE gros plus de cet hôtel.
Reste une équipe très sympathique et une localisation toujours idéale.