LES TERRASSES DU POND
El contraste entre la belleza del lugar y la mediocridad de la restauración propuesta es sorprendente. Y no se habla de la acogida, deplorable, del servicio, maleducado… Sin embargo, el Café du Pond sigue siendo una de las direcciones de Lyón que se suele ver con más o menos felicidad según su buena fortuna. Señal de reconocimiento, el coche deportivo que se deja pasar delante de la entrada, antes de aparcarla en el aparcamiento subterráneo de la plaza. No vean ningún tipo de celos por nuestra parte, nos gustan las cosas bonitas. Pero cuando una gran parte de la plaza Lyautey parece haber sido privatizada por el único placer de algunos bebedores de lujo, nos molesta. Comer es delicado y la tarjeta de temporada sólo tiene el nombre: ensalada Caprese, hamburger de Pond, lomo de bacalao. Lo que más nos molesta es la mala acogida que se reserva a aquellos que no son los habituales del lugar, hasta que les den la impresión de que no son bienvenidos o que los ignoran… En resumen, un lugar que hay que evitar, aunque su ubicación haga soñar.
Nous avons passés un très bon moment.
Je recommande
Très gentil jeune homme avec une attitude positive, j'adore!!