KING MARCEL
King Marcel reina en su reino de dos direcciones lionesa, su restaurante parisino, su bistró marseillaba y la otra de La Clusaz. Un restaurante llamado rápido, elegante y cruzador, que sigue calentando la calle Mercière -agradable terraza en la animación de la calle- y continúa su actividad en un bulevar donde su terraza está mucho más expuesta a la circulación. No importa, la sala es tan acogedora -mezclar imágenes del bistró y de la fábrica de 1950-1960- de un lado como del otro para pedir a las personas de azul calentadas que se enorgullecen de ser franceses o incluso de Lyonnais. En efecto, el pan (o «bun» para los iniciados) se entrega cada mañana, la carne es de origen limusina y los quesos se refinan por la inimitable Madre Richard. Y todo da una colección de Marcel que se decantan en Pagnol, Cerdan, Michelin, Patulacci, Marcel Jackson para variar los placeres y un Marcel del mercado. Un buen toque de humor, patatas fritas, una ensalada de fruta fresca y el buen negocio está plegado con la Cuvée del Jefe. Dos direcciones validadas por el Futé.