No hay puerto a la vista, pero el parque de la Cabeza-d'Or está muy cerca para dar una impresión no necesariamente visible en el curso Franklin-Roosevelt, sino de una innegable belleza. Primero por su terraza, rodeada de vegetación que alberga coches, sillas coloridas, una de las más agradables del barrio. En segundo lugar, porque este establecimiento tiene el gusto de no querer jugar la tarjeta bretona a cualquier precio, en particular gracias a una decoración en el aire de los colores acidulados. Las cartas nos presentan una amplia selección de tortas tradicionales de trigo negro, perfectamente realizadas con ingredientes de calidad, y crepes para los que se conservará un lugar preferente al final de la comida, en particular esta caramelo mantequilla salada, helado caramelo y almendras, siempre nuestro pecado guapo. Sidra breton como debe y un jefe, André, que realmente se preocupa por el bienestar de sus clientes, discutiendo gustosamente en su compañía. Una dirección seleccionada y aprobada por el Futé.
Opiniones de los miembros sobre CREPERIE DU PARC
Seul petit bémol, tranche de citron payante dans le coca et boissons servies en canettes, mais rien de bien méchant :)
Nous avons été servis très très rapidement, pour la crêpe salée comme pour la crêpe dessert.
Toute l'équipe à été très sympathique et l'ambiance est sympa.
Et surtout les crêpes étaient délicieuses !
Le tarif est très raisonnable en therme de quantité/régal.
Merci encore pour ce déjeuner.