LUMINA
La tienda ya está allí desde hace muchos años y parece ser una verdadera institución en el corazón de la Cruz Roja. Detrás de una vitrina cargada, hay un espacio… cargado. Las lámparas están en todas partes acumuladas, pegadas, amontonadas, como una cueva de Ali Baba. Se comprende, por tanto, que haya para todos los estilos, de todas las formas, para todas las piezas, a todos los precios (entre 500 euros las lámparas de araña en Murano a unos 100 euros las lámparas Tiffany pasando por suspensiones de cocina a 50 euros). Se adivina incluso perlas vintage, mientras que algunas suspensiones han de esperar al visitante desde hace mucho tiempo. A pesar de todo, por sorprendente que parezca, existe coherencia en toda esta diversidad. Se percibe bien, en el bric-brac organizado, los bonitos materiales y una impresión de gran delicadeza y feminidad frágil que se desprende del conjunto. Con paciencia, un ojo abriado y quizás la ayuda de una joven muy amable, todo el mundo puede encontrar su felicidad.