LE MUSÉE DES CONFLUENCES
Se trata de un museo del siglo XXI que logra que sus visitantes viajen a través del tiempo y el espacio para comprender mejor al hombre y al mundo en su complejidad. El increíble y elegante edificio en el punto de encuentro entre el Ródano y el Saona acoge un museo que no solo ofrece la mejor imagen de una ciudad moderna, sino también colecciones inéditas que cada uno puede descubrir a su propio ritmo. Todos los visitantes encuentran su lugar en esta inmensa estructura de transparencias, guiados por un personal acogedor que sabe cómo orientarlos de acuerdo a sus expectativas. Dispone de cochecitos (gratis) para pasear. Hay que subir al cuarto piso para admirar la vista de Lyon, así como al nivel dos (la Nube), una estructura metálica recubierta de acero inoxidable, para descubrir las colecciones permanentes. Estas se dividen en cuatro temas —Orígenes, las historias del mundo; Especies, la telaraña de la vida; Sociedades, el teatro de los hombres, y Eternidad, visiones del más allá— que puede visitar a su ritmo, según lo que prefiera, y descubrir los 8 000 objetos (de los tres millones que el museo tiene en reserva) que se exponen, incluyendo piezas únicas en el mundo y colecciones prestigiosas en salas con diferentes escenografías. Utilizan las últimas tecnologías (vídeo, audio, pantallas táctiles), es un museo verdaderamente interactivo. Hay impresionantes esqueletos de dinosaurios e inquietantes momias peruanas, fragmentos de la Luna para tocar y muchos animales terrestres para ver: objetos del pasado y del futuro que cuentan una historia, que abren caminos para la reflexión y aportan soluciones para todo el público. Es un museo contemporáneo que no solo exhibe, sino que también despierta sentimientos, nos habla de la humanidad y la naturaleza, abre nuevos horizontes y nos convierte en exploradores. Más que un museo, se trata de un verdadero lugar de intercambio cultural que continúa a través de las exposiciones temporales, la librería del museo, así como los talleres abiertos a todo el público (especialmente familias y niños), espectáculos o encuentros. Otro placer del lugar es la restauración y, en particular, la excelente cervecería de Confluences de Pignol y Lassausaie. El Musée des Confluences es un conjunto de emocionantes visitas.
J' apprécie moyennement son côté trop "obscur" parfois pour identifier précisément les objets (collection d' art asiatique notamment) et trouve son tarif "à la visite" trop élevé mais adore son cabinet de curiosités et ses murs
d' insectes colorés.
Je souhaiterais aussi que ses abords en soient plus soignés (parvis extérieur, accès-piéton en venant du Centre Commercial Confluence...) et qu' il soit plus aisé de traverser à pied.
Sinon, c' est très sympa de rejoindre, depuis le Musée et toujours à pied, via le nouveau pont, les berges du Rhône et le Parc de Gerland.
Prévoir une journée entière pour pouvoir voir un maximum d'expositions.
De plus, ce musée rentre dans le City Pass
L'architecture est originale, et les objets exposés sont nombreux. J'ai retrouvé des squelettes de dinosaures que j'avais vu enfant au musée Guimet de Lyon.
Pour cette deuxième visite nous avons apprécié les expositions permanentes sur les frères Lumière et le cinéma et les Touaregs.
Chaque saisons il faudrait avoir le temps de le revisiter.
Ce musée est gratuit pour les étudiants, c'est une très bonne chose.