Al lado de la Ópera, Fabrice Barry y Michaël Ballay han reinventado el clásico bistró a la francesa llevándolo a un nuevo local del barrio de Ainay. Por fin un lugar donde uno no tiene que preocuparse por esta nueva bistronomía en un ambiente demasiado chic que le impide disfrutarla. En el Arsène, el ambiente es, naturalmente, distendido, desde el café de la mañana hasta después del trabajo, permitiendo hacer amigos en un lugar atípico que rápidamente se vuelve familiar. Aquí todo es posible, sin barreras. No es realmente una barra de Lyon, ni una cafetería, menos americana, sino un bistró francés con algo más. Es difícil definir este café sin haber probado su ambiente particular: un espacio entre la típica plaza del pueblo y el bar de moda donde conectarse al wifi. Para los que quieran comer una terrina de hígado de pollo, una sopa de guisantes, un verdadero sándwich de jamón y mantequilla o un tartar acompañado de una buena copa de vino, Arsène cumple todas sus expectativas a precios razonables. Hay que tener en cuenta que el establecimiento de Ainay abre durante más horas, sobre todo los fines de semana, para disfrutar más del Arsène.
A faire sans modération !
En effet nous étions trois, nous avons pris deux escalopes milanaise, et un risotto.
Les escalopes avaient un goût douteux, et le risoto servi tiède, nous l’avons signalé à la serveuse, nous sommes passés pour des clients ennuyeux… Nous repartons, très déçu de ce restaurant, cela n’engage que nous bien sûr. La pilule aurait été moins dur à avaler si l’on nous avait proposé de nous offrir les cafés, non même ceci n’est pas au menu du restaurant!