Parece que Chez Abel podría añadir a su palmarés el tan codiciado título de bouchon más antiguo de Lyon. Sin reescribir la historia de la ciudad, que a veces se confunde con la historia de Francia, se rumorea que en el siglo XVII Richelieu y el cardenal Mazarino conspiraron en este lugar. Sin embargo, si bien el edificio se remonta a esa época, la marca Chez Abel no llega tan lejos, pues este establecimiento funciona como bouchon desde 1928 gracias a la famosa madre Abel, presente en el recuerdo de Lyon.
Si Mère Abel dejó su nombre unido a algunas recetas que todavía están en el menú, como los callos o el hígado de ternera en rodajas, es Alain Vigneron quien se ha convertido en el garante de la tradición. En las cocinas situadas entre las dos salas (la histórica), con sus magníficas paredes desolladas, y la que ocupa el antiguo garaje de Mère Abel completamente renovado (la nueva), el chef recibe todos los días las piezas enteras, que son cortadas y trabajadas al momento para garantizar la perfecta frescura de los productos. Es él quien perpetúa algunas delicias, como el caldo de alcachofa fresca con fuagrás, el famoso pollo con colmenillas, las quenelles de lucio caseras, los riñones de ternera con salsa de Madeira o la andouillete con salsa de mostaza, por no hablar de las ranas frescas que se sirven los domingos. Mientras, Norbert da un tono distendido a las salas del bouchon —algunos hablan de un bistró burgués—, cuyo decorado, cocina y espíritu no han cambiado con el paso de los años. Es un restaurante que vale la pena conocer.
Un Grand Merci à toute l'équipe
クネルはふわふわしてるし、ベシャメルソース?も絶品でした。
一緒に出たお米にも出汁のようなもので味がついており、非常に美味しかったです。
メインまででも大満足だったのに、デザートで頼んだフォンダンショコラがこれまた最高に美味しく、人生最高と言えるレベルでした。
また、店員さんも英語で対応いただけたし、親切でした。
非常に満足したので、このためだけにリヨンにまた訪れたいと思います。