El Atelier ofrece a sus comensales un marco sobrio, bastante clase, pero muy acogedor. Las paredes se componen de ladrillos vista y madera, un universo bastante contemporáneo con carteles antiguos fotográficos de capitales. Entre las especialidades de este agradable restaurante, los pescados con el valle de Santiago o un bonito plato del pescador, unos platos del mar que respiran la frescura. Por el lado de las carnes, tampoco está mal: falso filete de buey, magret de pato, chupado de cordero a las hierbas y una impresionante base bautizada por el America. Hay muchas especialidades que descubrir, incluso una carta de ensaladas cuando el tiempo se prepara para comer poco. Catalana, Báltico, la de L'Atelier, tendrás realmente el placer de descubrir diferentes cosas aquí, de muy buenas sorpresas.
En plus 25 bal le steak (congelé )avec des légumes vapeur ca fait mal.
Service inexistant ou presque et cuisine poisson et viande sachant que l'on avait pris les menus les plus élevés pour manger froid et frites immangeable une honte !!!! Un lundi soir il y avait que deux tables et sachant qu'il y a pas de restaurant autour je pense que les gens ont bien compris