VILLA AUGUSTA
Restaurante que ofrece una cocina con productos locales y sabores recogidos de los viajes.
No hay falta de gusto en este antiguo Relais & Châteaux: la piedra expuesta se mezcla con el vidrio y el hierro en una feliz armonía. El parque de cuatro hectáreas está adornado con una piscina transparente. El patio interior, con su pequeño estanque alimentado por una fuente, es una invitación a soñar despierto. Un estado de felicidad que continúa con la cocina de David Mollicone, antiguo alumno de Michel Bras, en Laguiole. Este talentoso e inventivo chef, magníficamente asistido por su esposa Priscilla, combina los productos locales con los sabores cosechados en sus viajes y ofrece, entre otras delicias, ravioles de remolacha cocidos en una corteza de sal, rellenos de salmón semi-cocido, alcaparras y limón, o foie gras de las Landas, también muy bien combinados, luego como plato principal, la vieira de Saint-Jacques de Normandie recién salida del horno con cáscara, condimentos de nueces de Isère, raíces de temporada cocidas en la sartén de jamón local, emulsión de "cebollas de Cévennes", o las aves de granja de la Drôme con pechuga asada servidas suavemente, algunas raíces, alcachofas de Jerusalén y cebollas de Cévennes, jugo de verduras ligado con mantequilla de granja al estilo Soubise... Y, para terminar, una tarta de chocolate fino o una piña asada, caramelizada, fruta seca virgen con ron, helado de requesón de cítricos. Una cocina de alta calidad, ¡todo en delicadeza! Puede prolongar este encantador momento haciendo una parada en una de las habitaciones de Villa Augusta, al igual que el establecimiento, delicioso, cómodo y moderno.
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