SAVEURS D'ANGKOR
leer másEste establecimiento propone una variada carta, con numerosas especialidades jemer y tailandés: platos de curry, buey lago y residente tailandés. Viajar por todo el sudeste asiático.
LE JASMIN
leer másLo que pega al Jazmín es el tamaño de la sala. Adornada con decorados asiáticos en relieve, con sus sillas marcadas con un ideograma, ve en su centro dos bufés: uno para las entradas frías y los postres y el otro para los platos calientes y sus forros. Encontramos todos los grandes clásicos de la restauración china (rollos de primavera, vapores, cerdo con caramelo, pollo al saté, fideos salados a las verduras, arroz cantonés…), pero también sushi. En el fondo, las parrilladas se cogen a la plancha, delante de los ojos de los clientes. Cada uno sirve según sus deseos y su apetito. Los servidores sólo están allí para distribuir las mesas, deshacerse y tomar las bebidas. Un punto en el que quizás se muestren demasiado urgentes.
LE SIAM
leer másUn predominio de rojo, elefantes y dragones en las paredes encajan con un poco de rapidez. Pero cualquier duda sobre la naturaleza de la cocina se levantará con un vistazo a una carta en la que se encuentra buey, pollo, marisco o cerdo saltado en el wok, buñuelos de gambas o de pescado, brochetas de gambas o de pescado, brochetas de pollo, por citar sólo algunos ejemplos. Están en Asia, Tailandia para ser precisos.
AMBASSADE D'ASIE
leer másGlacios y cristales pintados, en las paredes y en el techo, así como una gran lámpara de araña, evocan Asia y plantan discretamente una decoración en la que el buffet a voluntad reina en buen lugar. Normal, los menús giran alrededor de él. A la carta hay una gran variedad de platos asiáticos tradicionales: nems, ensalada de cangrejo, pato lacado, o cerdo con caramelo, por nombrar sólo algunos. Y todo está cocinado casero.
HENG LI
leer másConstruido en 1986, este restaurante, víctima de un incendio en 2009, permanece cerrado 17 meses. Por tanto, en un marco completamente renovado, el Heng Li te invita a descubrir o redescubrir la cocina tradicional de Indochina: tailandesa, china, camboyana o vietnamita. Un establecimiento muy clásico de estilo, hasta su mobiliario y su decoración. Las tarifas son encantadoras y los chefs son acogedores.
HOA DAO
leer másEl rojo, el negro y la paja dominan las paredes. Estatua de Buda, bambú, apliques murales, enfundos y estampas nos invita a un viaje a Asia. A la carta, como en los menús, es amplia. Nems, samapur, buey al saté, camarones con salsa picante… estamos bien en un restaurante vietnamita. Los empresarios proponen descubrir las cervezas producidas allí o en sus vecinos tailandeses y chinos.
MUMTAZ MAHAL
leer másMumtâz Mahal, nombre de una de las esposas del emperador Shâh Jahân, significa en urdú «la maravilla del palacio». Está bien pensado para un restaurante,¿no? El rojo, el oro y el turquesa dominan una decoración en la que elefantes y estampas hablan de India. Samossa, pollo tandori, pollo o camarones al curry… A la carta, todas sus especialidades están juntas. ¿Curioso? El menú descubierto (43 euros por 2 personas) propone una surtido de entrantes, mientras que el plato es a la carta.