LA CAPILLA DE LOS PENITENTES BLANCOS
Pernes hizo un pequeño "milagro laico" con su capilla de los Penitencios Blancos, ya que se convirtió en una pieza maestra de la actividad cultural pernoesa. Edificada en 1152 sobre las ruinas de un templo pagano dedicado a Diane, fue la primera iglesia del pueblo. Íntimamente entrelazada en el corazón de su muralla medieval, casi desapareció varias veces en sus nueve siglos de historia. El siglo XX y sus frascos casi tenían razón, lo agotaba hasta la ruina y la relegó a la memoria colectiva tras la apertura del centro cultural de los Augustins, en otra iglesia histórica de la ciudad. Prioré, capilla, lugar de catciismo, guardería, salón de variedades, sala de las fiestas, sala de fiestas… es en 2004 que la capilla abre sus puertas al público y encuentra a toda su juventud al mismo tiempo que sus paredes, su suelo, sus alcobas, sus nichos originales y sus dos minicapillas anexos.