OPERA CAFÉ
Bar-restaurante con una agradable terraza que ofrece helados en porciones.
En la plaza de l'Horloge, la Ópera Café se desmarca tanto de los otros bares-restaurantes, que es probablemente uno de los pocos que no son un nido turístico. Salvo su terraza, que es agradable los días de buen tiempo y ahora podemos saborear helados en la copa, disfrutando de su sala con una decoración hiper tendencia, con sus grandes sillones marrones y dorados (muy) barrocos, pero hiper cómodos. En cuanto a la cocina, para los habituales del lugar hay algunas similitudes con el Take Off du Pontet, lo que no es para disgustar: bonitas cocinas copiosas y una carta compartida entre los clásicos de bistró y las especialidades de tonos asiáticos como la bandeja de sushi, makis y sashimis, o el wok de buey tailandés. El servicio amable y rápido es uno de los puntos de parada ineludible del centro de la ciudad. Los retrasos apreciarán el servicio no stop de una pequeña carta cervecera en junio, julio y agosto.
Este establecimiento también figura como :
Des gaufres congelérs et un caramel industriel sur des crêpes à peine chaudes. Pas de fruits, de noix ou de chantilly, pour parfaire les assiettes. TRÈS décevant.
If you want to eat deliciously and quickly, then this is your choice.
The waiters were very fast and not inattentive, but the food was very tasty. The linguine with mushrooms is incredible. The atmosphere of the place is like a nightclub.