Este pequeño establecimiento encantador propone una cocina de calidad en un marco bastante inesperado. La decoración está orientada al continente indio, ambiente zen y relajado. La cocina rompe con el estilo porque es tradicional francesa. Entrecot y tartare de buey, magret de pato, foie gras casero, grandes ensaladas compuestas, hamburguesas caseras, pimientos con aceite y magníficos platos de tapas provenzales. En la zona gastronómica encontramos mullidos con chocolate, crema quemada, crumble a frutas de temporada y helados artesanales italianos. Todo está preparado con productos frescos únicamente; las frutas y hortalizas se cultivan en los invernaderos bajo las murallas de San Pablo. La recepción sigue la alegría del mapa. Hay dos mesas fuera, pero el verano se prefiere la sala climatizada. Aquí se encuentra la calma del muro oeste. Las vistas a la campiña tranquila son sorprendentes.
La formule est efficace tout comme le personnel.
Ici on aime cuisiner et ca se sent.
Bravo. Nous reviendrons et vous recommanderons bien évidemment.
Glace artisanale une tuerie
Belle vue sur la mer
Je recommande