CAMINATA DE PASEO

Este magnífico espacio urbano de 12 hectáreas, inaugurado en 2013, invita a los viandantes a relajarse y pasear. También conocido como la coulée verte, el parque sigue el curso del Paillon, cubierto por un túnel para ofrecer un nido verde a los habitantes de Niza. Michel Péna, arquitecto paisajista, fue el responsable del brillante diseño de este espacio verde. El paseo se divide en dos secciones:

Al norte, un jardín botánico con una gran variedad de plantas y flores, muchas de ellas endémicas de la región mediterránea, como los miles de claveles plantados. El jardín es también un viaje botánico con plantas de todos los continentes. También en el mismo lado, en el emplazamiento del antiguo foro de Jacques Médecin, hay un gigantesco espejo de agua de 3.000^m2 equipado con 128 chorros de agua, que ahora es una zona de juegos para grandes y pequeños. La construcción de este espejo de agua se diseñó para acoger espectáculos de luz y sonido con efectos escénicos.

Un poco más allá, al otro lado de la plaza Masséna, una meseta de brumas prolonga el paseo. Este pavimento natural de basalto y piedra caliza de 1^{.400 m2} está equipado con 960 dispositivos de nebulización, que crean una bruma mágica de agua perfecta para los calurosos días de verano. Siguiendo hasta el final del paseo, cerca del mar, descubrirá el magnífico quiosco de música, construido en 1868 y totalmente restaurado para acoger los conciertos de la orquesta municipal, que podrá escuchar gratuitamente los domingos. Al sur, una gran explanada bordeada de árboles y fuentes es el lugar perfecto para pasear, hacer un picnic, escuchar un concierto al aire libre o simplemente relajarse sobre la hierba verde y fresca. Los niños también encontrarán mucho que hacer en este entorno verde, gracias a un parque especialmente diseñado para ellos sobre el tema del bestiario marino. Para los más pequeños, una preciosa tortuga de 3 metros con sus huevos permitirá a los menores de 3 años subirse a ella y deslizarse por un tobogán mientras sus padres se sientan en un banco con forma de ola. Para los más mayores, dos delfines y una manta raya componen una zona de juegos con toboganes y redes. Por último, el bestiario se cierra con la estrella, una ballena de 30 metros de largo también equipada con multitud de juegos con muelles, cuerdas, redes, anillas... Para los más aventureros, pueden deslizarse en su vientre como Pinocho.

Verdadera joya urbana de la corona de Niza, la coulée verte es una experiencia única para relajarse y desconectar.