La Mandibule le da una cálida bienvenida con su sublime ubicación frente al mar. Para almorzar, cenar o simplemente tomar una copa, el lugar es agradable y el servicio atento. Los nuevos propietarios tuvieron la brillante idea de instalar una sala de juegos con mesa de billar, pinball y futbolín. Algo para mantener ocupadas a las personas más impacientes mientras esperan para comer. En cuanto a la cocina, una mención especial merece el chef que, preocupado por los detalles y el bienestar de sus clientes, no duda en venir y presentarse, a la vez que se asegura de que la comida se desarrolle sin problemas. Los platos son generosos, celebrando los sabores italianos y mediterráneos. ¿Qué podría ser más natural en la terraza, frente al Big Blue?
malgré un accueil sympa, cela me reste sur le ventre.
Les plats étaient bien bons.
L’accueil était très chaleureux et le service impeccable.
Cela nous a permis d’affronter ensuite la pluie pour le défilé.
Bonne continuation à vous tous et gardez votre bonne humeur