ABBAYE NOTRE DAME DE GANAGOBIE
Abadía, llena de historia, con iglesia, capilla, albergue y tienda, una dirección a descubrir en Ganagobie.
Con vistas al valle de la Durance, la meseta de Ganagobie contiene el recuerdo de una antigua presencia humana y monástica. Antes de convertirse en obispo de Sisteron en 964 y de ceder sus propiedades a la abadía de Cluny, Jean reconstruyó una iglesia dedicada a Notre-Dame y una capilla a San Juan Bautista. En los siglos XII y XIII, el monasterio, ocupado por trece monjes, experimentó influencia y prosperidad. En los siglos siguientes, el monasterio cayó bajo el régimen de Comendador. De 1632 a 1690, bajo el priorato de Jacques (bibliotecario del cardenal de Richelieu) y Pierre de Gaffarel, la abadía conoció un nuevo auge. En 1789, el priorato fue cerrado antes de ser vendido como propiedad nacional en 1791. En 1794 se demolieron el coro y el crucero de la iglesia, así como la parte oriental del monasterio. Los benedictinos de Sainte-Madeleine-de-Marseille, a quienes fue cedida en 1891 por el conde de Malijay, se encargaron de su restauración. Las leyes anticlericales de 1901 interrumpieron el trabajo. Los monjes se exiliaron en Italia. En 1922, los benedictinos de la abadía de Hautecombe, en Saboya, aseguraron una presencia permanente con uno o dos monjes en Ganagobie. De 1953 a 1992 se sucedieron diversas obras: la apertura de una carretera asfaltada hasta el priorato, seguida de la elevación del crucero de la iglesia, la restauración de los mosaicos medievales descubiertos en 1898 y el hallazgo de una iglesia abacial y una necrópolis del siglo IX, y finalmente la ampliación del monasterio. Al final de estos logros, la comunidad de Hautecombe abandonó Savoie para instalarse en Ganagobie. Los horarios de los servicios son útiles para organizar su estancia: vigilias a las 5h, Laudes a las 7h, misa a las 9h (10h los domingos y fiestas), Sexta a las 12h, Novena a las 13h45, Vísperas a las 17h30, Completas a las 20h15. La abadía dispone de 13 habitaciones, 4 de ellas con 2 camas, y 2 habitaciones exteriores para los peregrinos. Los grupos de jóvenes son acogidos en dos casas en la aldea de la escuela, gestionadas de forma independiente. A la entrada del monasterio hay una tienda bien surtida que vende diversos productos de varios monasterios, refrescos, una bonita librería religiosa y CDs de canciones religiosas. Los monjes producen su propio aceite de oliva, mermeladas y jaleas de diversas frutas, y miel perfumada con lavanda, acacia y flores provenzales.
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