BALADE DANS LES GORGES DE CHOUVIGNY
Por un día soleado, puedes coger el coche dirigiendo las gargantas de Chouvigny, a unos diez kilómetros, bordeando este macizo de microgranito de extrema dureza, con formas variadas y sorprendentes. Haga una parada en Peraclos, siga el camino en el subbosque que conduce a un único bevedere, compuesto por bloques de rocas que parecen representar perfiles gruesos de perros, y una mesa de micasquista, fingiendo ser una forma de altar que recibe a cualquier hora la luz y el calor del sol, combinando así el culto solar al de la fertilidad vinculada en el agua. Sube en coche para seguir la Sioule en el fondo del valle, por un poco más lejos, visita el castillo de Chouvigny, continúa tu camino para hacer una nueva parada en el Roc Armand que domina la carretera de 25 metros, acondicionada en un muro de escalada, y que dispone de una escalera rudimentaria para llegar a la cima. Después, podrá pasar el día bajo el túnel excavado en la roca, si lo deseas hasta el puente de Menat y el Château-Rocher. Otra forma de dar un paseo, en canoa, para apreciar el espectáculo desde un ángulo diferente.