MAISON DE GEORGES CLEMENCEAU
La casa del estadista Georges Clemenceau es uno de los Monumentos Nacionales que hay que visitar en Saint-Vincent-sur-Jard.
¿Sabía que la Vendée fue la cuna de dos ilustres personajes de la historia de Francia? Descubra la estación donde Georges Clemenceau pasó los diez últimos años de su vida. En 1919, tras la firma del Tratado de Versalles, Georges Clemenceau decidió, a la edad de 78 años, retirarse a su tierra de la Vendée. Esta casa baja en la costa atlántica, el "bicoque" como él la llamaba, ha permanecido en el estado exacto en que se encontraba cuando murió su ocupante en 1929. Entre los recuerdos del político, grabados y pinturas japonesas, jarrones asiáticos y deidades budistas revelan a un amante del arte apasionado por la cultura de Extremo Oriente. En la duna, Clemenceau compuso pacientemente un jardín lleno de colorido siguiendo los consejos de su gran amigo el pintor Claude Monet (1840-1926). Su correspondencia permitió restaurar las plantaciones en 2006. No dudó en recibir a prestigiosas personalidades, como los embajadores japonés y estadounidense. La casa fue adquirida por el Estado poco después de su muerte. Desde entonces, conserva las huellas de la presencia del "Tigre", así como testimonios de sus amistades y pasiones: la literatura, la caza y las artes del Extremo Oriente. La casa es Monumento Nacional. Visite, con una entrada gemela, la casa y los jardines de Georges Clemenceau, así como el museo nacional Clemenceau - De Lattre, en Mouilleron-en-Pareds, para saberlo todo sobre este personaje histórico.
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Opiniones de los miembros sobre MAISON DE GEORGES CLEMENCEAU
le lieu est donc très intéressant. C'est une belle visite, menée par des guides compétents.Le jardin autour est superbe, refait dans l'esprit de Clémenceau qui l'entretenait. Le batiment de l'accueil, e, béton ocre, tout neuf est magnifique à l'intérieur, et la vue sur l'océan fait rêver
Au cours de la visite on se laisse emporter dans son univers de nature et de solitude très loin de sa vie parisienne .
De très nombreux souvenirs nous plonge dans sa vie de province
Une visite s'impose