La ubicación del hotel le permitirá acceder rápidamente al circuito de las 24 horas. El concepto Ibis ha demostrado su valía y se ha respetado aquí. Las tarifas varían en función del período del año y de las grandes manifestaciones. El salón es bastante pequeño y estas dimensiones reducidas se sienten en las habitaciones, donde el espacio que separa tu cama de la mesa o del banco o de la televisión, te obligará a sentarte (todo depende de las habitaciones). Un restaurante abierto de a h te propone dos menús (15 euros y 9 euros). Si te apetece evitar la sala del restaurante, sin alma, puedes pedir tu propia comida. Abierta las 24 horas, la recepción puede servirle en plena noche (carta reducida pero muy, muy correcta). En verano, podrá disfrutar de la terraza. Si tienes tu noche, ve a pie a los bollos de la ciudad, está a dos pasos.