Sonrisas, eficiencia y amabilidad están a la orden del día con este equipo en la cocina. Nos gusta observarlas, detrás del mostrador de la barra. Bebemos chouchen (3,80€), mientras preparan nuestra galette: la clásica completa (a 6,20€) o agridulce, la cabra y el tocino ahumados con nueces y miel (y algunas hojas de ensalada). Para el postre, también tiene una gran variedad de panqueques. Nos agrietamos en el crepe de caramelo con flor de sal.... Pero si prefieres panqueques flambeados (crêpe Suzette 7.55 €) o panqueques helados? ¡No hay problema! ¡No hay problema! La botella de sidra Poiré cuesta 9 € por 75 cl de sidra ecológica. Para probar la sidra caliente ron-canela-miel (5,10 €), para terminar la comida como un buen bretón. El establecimiento es muy cálido, con vigas expuestas, pinturas sobre el tema del mar y lámparas azules. La sala del sótano, con una chimenea y una chimenea virtual, está abierta en caso de aglomeración. Los aseos están situados en la parte inferior, hay que tener en cuenta que son inaccesibles para las personas con movilidad reducida.
Patron très gentil et discute facilement avec les clients
Bienveillant avec les personnes en situation de handicap
Galette et crêpes excellente
Jugez par vous même ne lisez pas les commentaires avant il n'y avait pas internet et nous jugions par nous même
La cuisine : galette qui manque de goût. C'est loin d'être la meilleure galette et crêpe que j'ai mangé. J'ai pris une crêpe Nutella en dessert, la crêpe était cuite d'avance, il a étalé le Nutella dessus et l'a réchauffé au micro-onde
Manque d'un fond musical. Quoi qu'on ne l'entendrait pas puisque que le cuisinier/serveur fait que de chantoner...
Seul point positif...le tarif. Mais qui du coup est a la hauteur du service !