LA CHAPELLE
Los acostumbrados a las iglesias serán algo descontados al entrar en la Capilla, no porque sea una discoteca (a priori, lo sabemos antes de llegar), sino porque el lugar es más luminoso de lo que cabría esperar, que el suelo se alza en tablas recientemente instaladas y que el espacio es bastante estrecho debido a las diferentes instalaciones necesarias para el funcionamiento de la discoteca. También nos sorprenderá que el lugar esté a veces poco lleno, incluso en las horas punta, de hecho la afluencia es muy variable, por lo que no se sabe por adelantado si el videosismo te dejará entrar o no. La música es lo que se espera de una discoteca: sólo para hacer bailar. Por último, algunas noches se reservan a los más de 25 años (los viernes y sábados, en general), se invita a los estudiantes a ir al Carré, la otra caja del propietario, rue de la Roisés.