LA COURONNE D’OR
Detrás de una fachada que no paga una mina, se esconde un bonito albergue donde se sienta bien después de haber visitado el yacimiento arqueológico. Aunque la primera sala está más bien en el estilo bistró de la aldea, nos gusta la del fondo, con aspecto muy rústico. Crepi blanco, pultrales de madera oscura, manteles chocolate, camino de mesa azul pastel y el sorprendente pozo en medio de la habitación componen una decoración sorprendente en la que apreciamos una cocina familiar inspirada en la región. Asalto de pulpa al foie gras, terrina de tocino con vinagreta y crema de rábano, muslos de pato confitado al jugo y sus pequeñas verduras frescas, tostada de ternera amañada a los puerros y a la cerveza, coq al vino, pochera lorraine, cabeza de ternera, son algunas de las especialidades que se pueden degustar con vistas al bonito jardín cerrado. La patrona mitonelada con los productos frescos, las verduras que ella misma pega.
A la edad de 45 años Josiana Chaudron, una mujer muy dulce y en primer lugar muy amable a la hora de abrir este restaurante para aplicar una máxima máxima: " Me gusta la gente, me gusta la cocina y me gusta hacer feliz ". Todo un programa que nos dice que si la Corona es de oro, Madame Chaudron es mágico.
Service et accueil exceptionnel.
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Le personnel est également très sympathique, c'est vraiment agréable