HÔTEL DE GOURNAY
En la Edad Media, los gournay eran una de las familias más poderosas de la ciudad de Metz. Entre sus miembros figuraban magistrados altos, maestros-evadinos u otros que todavía pertenecen al clero. Sin embargo, todos trabajaban al servicio del Rey. El hotel de Gournay que puedes ver hoy es el testigo de piedra de muchos períodos. Los timpanos trilólobos y las ventanas altas datan del siglo XIV. En aquella época encontramos tiendas y puestos de todo tipo bajo las grandes arcadas. En cambio, el portal, coronado por un frontón triangular, es más tardío y data del siglo XIX. Se distingue un ciervo esculpida en la fachada. Fue él quien dio a la calle el nombre que todavía lleva hasta la fecha.
Es bueno saber: Hoy en día, el Hotel de Gournay se ha convertido en un centro de ocio donde se ofrecen múltiples actividades a las personas mayores.