ÉGLISE SAINTE-SÉGOLÈNE
Situado en la cima de la colina Sainte Croix, en el corazón del viejo Metz, la iglesia de Santa Segolène carece de encanto y de aspecto. Es un lugar ideal para soñar y pasear por este antiguo barrio, acompañado por la música…
Hay que decir que entre los Trinitarios y el Conservatorio de región, la pequeña iglesia está bien rodeada. El edificio también cuenta con una historia singular y un rico pasado. La iglesia, construida en un primer momento en el siglo IX (como nos indica su cripta bajo el coro), está reconstruida en el siglo XIII en el más puro estilo gótico. Lo mismo sucede con su célebre pórtico, añadido en el siglo XV. En el interior, no dejes de dar un paseo por la capilla de Notre Dame, que alberga las vidrieras más antiguas de Metz. Se puede ver: una cabeza, adornos esculpidos en el cristal y una escena de Crucifixion. El conjunto data del siglo XII. Por último, los alemanes siguen trabajando con las dos torres gemelas de estilo neogótico, visibles en fachada.