PLAZA DE STANISLAS

Recientemente votada como el monumento favorito de Francia (2021), la plaza Stanislas se encuentra entre las más bellas del mundo. También está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y está viva durante todas las estaciones del año con numerosos actos culturales, como conciertos, eventos ecológicos con el jardín efímero y temático cada año, y su inmenso árbol de Navidad de 150 metros de altura, que ilumina la plaza año tras año durante las celebraciones de fin de año. Construido entre 1751 y 1755 bajo la dirección del arquitecto Emmanuel Héré, a petición de Stanislas Leszczynski, antiguo rey de Polonia, luego duque de Lorena, estaba destinado a glorificar y honrar al rey de Francia, Luis XV, suegro de Stanislas desde que se casó con su hija, Marie Leszczynski. La plaza está rodeada de hermosas puertas doradas diseñadas por Jean Lamour y fuentes con querubines. En el momento de su construcción, se colocó la estatua de Luis XV en el centro de la plaza. Ésta fue sustituida en 1831 por una estatua de Stanislas, considerado el benefactor de la ciudad de Nancy. Construyó decididamente una plaza digna del Siglo de las Luces y que recuerda furiosamente el trazado del castillo de Versalles con sus numerosas fuentes que rodean la plaza, pero también se inspiró en el trazado del castillo de Lunéville, residencia de Stanislas. Por un lado, se puede admirar el antiguo castillo, que hoy alberga el ayuntamiento y es el espejo del Palacio del Gobernador, que se puede ver a través del arco de Héré que bordea la plaza de la Carrière, donde se celebra anualmente el Livre sur la Place.

Alrededor de la plaza Stanislas, magníficos edificios de arquitectura típica del siglo XVIII albergan hoy el Museo de Bellas Artes, la Ópera de Lorena y el conocido Hôtel de la Reine. Con la construcción de la plaza, Stanislas no sólo unió la ciudad antigua con la nueva, sino que también consiguió unir a su pueblo, gracias también al parque de la Pépinière, contiguo a la plaza. Hasta el día de hoy, el parque sigue siendo la cuna de muchos eventos culturales, de danza y familiares, y también es un lugar de encuentro para los caminantes en busca de vegetación. La plaza Stanislas, llamada familiarmente "Place Stan" por los lugareños, sigue siendo hoy en día un patrimonio mundial imprescindible de visitar y es el orgullo de la ciudad con sus puertas doradas.

Numerosos restaurantes y cafés adornan la plaza. Los visitantes, cada vez más numerosos, también pueden acudir a la oficina de turismo de la plaza.