LA MÉDUSE
Este bar no es necesariamente el más conocido de la ciudad, pero suscita cierta curiosidad. El ambiente es intimista y cálido. Aquí se llega tanto para tomar un aperitivo al final del día como para picar algunas tapas o tartinas, ya que son las especialidades del lugar. Pero su gran atracción es su mostrador táctil: ponga tu copa, o tu mano, y el bar se ilumina con colores de formas casi holográficas. Por lo demás, la decoración y la animación son bastante clásicas, a base de luces azules, violetas o rosas, típicas de los bares nocturnos. Las mesas altas y los sofás blancos convierten este lugar en un bar lounge, acogedor y acogedor. En cuanto a la música, la programación está más bien orientada. El servicio es agradable y reactivo. Se organizan veladas especiales y conciertos, así que permanezcan al aire libre.