Cambio de propietario en el Compot Saint-Michel. Sin embargo, no hay pánico, Señorías, porque el nuevo maestro del lugar ha optado por conservar el espíritu de esta bella dirección nanceana. Así, el ambiente bistró parisino es la misma, las vigas a la vista y las escaleras del siglo XV están siempre ahí y en la pared, la gran pizarra y el espejo sirven todavía de escribir en el menú y a la carta de vinos. En resumen, un ambiente auténtico, sin florituras, en la pura tradición de los trozos de la capital. ¿Y en el plato? Menos especias, pero igual de deliciosas. El nuevo chef propone cocina francesa tradicional, magret de pato salsa de picotas con riñones de ternera en el oporto, pasando por la red de bar de mantequilla blanca. Cuatro platos, cuatro entrantes, cuatro postres, todo es casero, con productos de temporada seleccionados con cuidado, precios idénticos a mediodía y por la noche, y una carta que cambia una vez a la semana. Mención especial a la hechicería a las fresas-¡una maravilla para nuestras papilas! - y al buen humor y consejos del servidor que contribuyen a hacer del Comptoir Saint Michel una dirección donde uno se siente bien. En resumen, se iba, se va y se vuelve.
Un vrai coup de coeur pour ce resto
Rien à dire de plus si ce n' est allez y!!!
Je conseille fortement.
(Encore merci pour cette mousse praliné)
Restaurant qui ne paye pas de mine mais surprend très agréablement
Je recommande très clairement