CAMILLE ALBANE
Al igual que todos los salones Camille Albane, el de Nancy nos recibe en un lugar muy profesional, con la zona de venta y recepción en la parte delantera de la tienda, el espacio peinado y el espacio champú. Hay mucho blanco para el aspecto moderno, del negro para el elegante y el contraste con los sillones de color rojo, todo enmarcado por una luz que pone cada rostro en su beneficio. Entrar en Camille Albane es ante todo buscar la excelencia en el nivel del consejo y de la técnica. Los peluqueros-coloristas-maquilladores están entrenados para reconocer a cada personalidad y pegar el estilo perfecto. Así, se escogerá, siempre en función de sus deseos, un cuadrado dispuesto a llevar o a orillas del mar para las vacaciones, una aleccionada muy sixeña, un atributo muy dulce o una femenina boyish a menos que prefiera un deterioro largo fresco. Todo ello con un barrido sutil o un color resplandeciente a menos que se atreva el baño oriental al hennado. Y para perfeccionar el peinado te cruzarás con uno u otro maquillaje de la nueva temporada. Encontramos gloss o rojos labios, sombras con ojos de párpado o satinados, rosa polvorín o marrón helado, así como iluminadores de piel y pollos de sol que dan buena mina, incluso una vez que el bronceado desaparece.