LA TAVERNE DE MAÎTRE KANTER
En el antiguo hotel Colbert que Luis XIV construyó a su principal ministro, el decorado de la Taverne es fiel a la tradición de la marca: púrpura, madera, espejos, fuente y vivero abundante de crustáceos. La ubicación de este establecimiento hace soñar: A la derecha del castillo, cerca de la plaza de Armas, la fachada deslumbra a los transeúntes por sus luces y su presencia en esta pequeña contracorriente de la calle Colbert. Desde la entrada, para unos, será marisco (mejillones, ostras, bigorderos, bogavantes) sin tener que consultar el mapa. Los demás se tranquilizan ya que la carne se presenta en el número de recetas (braseadas, asadas o asadas, en salsa, forma carpaccio o tártara). Entre los indecisos, los grandes apetitos deberían elegir entre las siete variedades de chucrut propuestas (a regar con una copa de cerveza: ¿no estamos en casa de un maestro de cervecería?), y los menos golosos se asemejan a una ensalada copiosa o a una flamenca flamenca.
Pas d'originalité flagrante par rapport à ce monde là.
C'est vrai que lorsque ça se bouscule à l'entrée, en pointe donc, l'accueil n'est pas toujours à la hauteur.