CASTILLO DE LA CELLE
Un castillo con tejados de pizarra, paredes de ladrillo rojo y franjas de piedra arenisca de Etampes.
Situado en un claro del bosque de Rambouillet, a orillas del río Aulne, el castillo de la Celle fue construido entre 1607 y 1614 para Claude de Harville, marqués de Palaiseau y compañero de Enrique IV. Es un ejemplo típico de la arquitectura de principios del siglo XVII, con sus tejados de pizarra, sus muros de ladrillo rojo y sus mojones de arenisca de Etampes. El lugar vivió su apogeo en el último cuarto del siglo XIX, cuando albergó una partida de caza de sesenta perros y caballos, propiedad de la duquesa de Uzès. El castillo se convirtió en la meca de los cazadores de venados, y todos los grandes y buenos del mundo pasaban por allí durante sus vacaciones de caza. Menos animado desde que la manada se trasladó a Rambouillet poco antes de la Segunda Guerra Mundial, sus muros albergan hoy unas 2.400 astas de ciervo -los trofeos de caza de la duquesa-, sin olvidar soberbias piezas de mobiliario renacentista y del siglo XVII, y otros objetos preciosos como mármoles, bronces, pinturas, loza y tapices que datan desde la Antigüedad hasta el periodo clásico, presentados en una colección completada con pasión por la actual propietaria. De hecho, es él quien realiza visitas guiadas del recinto, únicamente con cita previa, durante unas 2 horas. Creado en 1950, el jardín del castillo, una alfombra verde bordeada de boj y carpes, una colina de flores, sólo se visita en contadas ocasiones. El edificio privado está ahora protegido como Monument Historique.