La Pizzería du Moulin no es un lugar fácil de observar, ya que se encuentra en el interior de un patio desde el 17 de la calle Bertrand-Flornoy. Por ello, parece muy tranquilo, apenas perturbado por un brazo del Gran Morin que corre contra su flanco. Desde el siglo XIII se celebraba en este lugar el molino de Grotteau, sucesivamente molino de aceite y de trigo, a la sorprendente historia y a las transformaciones múltiples, antes de desaparecer definitivamente a mediados del siglo XX. ¡Hoy, por desgracia, sólo queda por memoria una esclusa que mirar! La pizzería es de un clasicismo absoluto: de la decoración sobria a los platos italianos ineludibles, el cliente no tiene ninguna sorpresa que esperar, muy al contrario, el contenido de los platos es a la vez copioso y de calidad. Hay que precisar que la elección no sólo se detiene a las pizzas, carpaccios, pastas y otras escalopes milanesas, sino que va mucho más allá con ensaladas variadas, pavimentado de salmón, gambas asadas, perras con chalote, etc.
C'est la première fois que je profite autant d'un tel moment sans avoir le sentiment de "déranger" avec mes enfants !
Un serveur attentionné auprès de nous 4 !
Merci encore ! Nous reviendrons !
Et vive la Chantilly !
Il y a du choix que ce soit pour les adultes ou pour les enfants.
Restaurant à faire avec ou sans enfants. Top top top.