Dirección parisina que ofrece una cocina bistronómica dominada, aves de corral, pescado asado y varios postres.
Desde su apertura, la Oficina, con su decoración bruta de descodificación "no decorada" y su cocina bistronomómica controlada hace hablar de él. Los hornos, Yosuke Yamaji, formada en Alain Ducasse y Joël Robuchon. Y es cierto que los platos propuestos a este joven chef de origen japonés son atractivos por su construcción audaz y su amplia paleta de sabores. Aquí, nada de espura o de base minimalista compuesta por dos o tres productos, sino por el contrario una composición compleja, profunda y gustativa, llena de peps y de relieve. Corolario de este aburrimiento, presentaciones perfectamente brillantes y coloridas. Se empieza por la sartén de alcornoques, puré de barro, condimento de cebolla, pimiento suave ahumado. Se continúa con un magret de pato, polenta crujiente, zanahoria, condimento dental y zumo de aves. A menos que se prefiera bacalao asado, butternut con mantequilla de cítricos, champiñones, salsa de jabaplatos, almendras. Cuentos y sazones a la altura. Se termina con una espuma y mermelada de leche, chocolate 82%, cacahuete y peras, totalmente adictivo.
Cheesecake fade et assez écœurant. Bœuf Wellington ne mérite pas 39€. On est peut être mal tombés.