Dirección parisina que sirve bocadillos, pescado, quesos de granja de los Pirineos y una cena de aperitivo
Los vinos y los quesos, los vinos y los embutidos siempre han servido bien. ¡Por qué torturarse con el espíritu de imaginar un rodaballo asado a la arpa y su zumo de ave o una tarta de pato con foie gras cuando se sabe que un vaso de borgueil covée Trinch! el Domaine Breton, con algunas lonjas de jamón, hará el caso y lo hará más de uno. Así, en El Loup (en lugar de los Sales pequeños), imaginó su concepto. En la categoría de "bebida", de bio, entre ellos la torta blanca del Domaine de la Garligère, la côte-de-réy de Jean-Paul Brun o el fpista de Andrieu. En la categoría «de comedor», pimientos, pimientos con atún, sellos marinados sin gran interés, del «tintinaje», paté o riletas de cerdo al chile, de la degustación, ventruche de atún o burfalo, de la degustación, de la degustación, de la ventreta de atún o de las tablas con las tablas orientadas Países Vasco, jamón de Bayona, pastel vasco, quesos de los Pirineos, cabra, oveja y vaca, sin olvidar el lomo. Se come sin hambre a la hora de la cena cennatoria en la que se cruzan los turistas que se alejan de los grandes bulevares, un puñado de chavateados recién salidos de la mesa y aquellos que pican antes o después de una obra de teatro. Y, por último, están los habitantes del barrio que empujan la puerta para comprar una botella de vino antes de volver a sus penatas donde les espera una blanqueada de ternera.