Restaurante en París que ofrece una cocina original y una fórmula de almuerzo a buen precio.
Detrás de este nombre provocador, un restaurante con colores pop y cálidos como la brasa, el diseño vintage y la cocina inédita, servida en forma de raciones (un poco más grandes que la tapas, pero no lo suficiente para ser un plato) muy trabajadas, es gastronómico. En la cocina, todo está cocido al fuego de madera con un chef que ocupa exclusivamente la barbacoa, la plancha y el horno. El Braisenville se presenta como el primer restaurante gastronómico casual que utiliza un horno de bresa en Francia. De ahí el nombre, un poco bonito.
A la carta, las propuestas (3 a 4 por persona) están clasificadas por género (Maduración, Vegetal, Mer y Tierra) y cambian regularmente. En el amo reina la creatividad de los recetas (caballa de caza, rayos rosados, etc.) y la audacia de las asociaciones (lugar negro, arroz rojo, puré de col roja), la gastronomía (pata negra, iberico bellota guijuelo, refinado 30 meses, la caballa, la ibico bellota, refinado meses, caballa ahumada, huevo o litchi) a pesar de los platos pequeños.
Los más: el servicio joven y agradable que toma el tiempo de explicarlo todo, la fórmula de comer a la relación calidad-precio que propone porciones clásicas (entrada/plato/postre), pero conserva el espíritu secuestrado de la noche, y la carta de vinos, bio naturalmente, para ser como esta dirección, en el aire del tiempo.
Une bonne adresse mais prix du menu (31/12)excessif
Cela reste une bonne expérience au global, avec un personnel affable et une ambiance cosy.
Si vous passez dans le coin, allez-y les yeux fermés ????