Hotel-restaurante que desarrolla una oferta bistronómica con una buena relación calidad-precio.
Nos gusta el hotel, nos encantó el restaurante. Detrás del cartel Panache se encuentra un lugar de restauración que, a través del subtítulo "restaurante de los suburbios", desarrolla una oferta de bistronomía entre las mejores de la capital. El interior, muy cuidado, combina el mármol, la cerámica, el latón y los colores azules oscuros: la decoración está plantada. En cuanto a los platos, la investigación es permanente y el menú del mediodía propone una relación calidad-precio entre los más lados del distrito. El risotto está completamente revisitado, los platos no dejan nunca de pequeñas hierbas o sabores totalmente inesperados, de verduras a veces olvidadas y resucitadas. Los postres se resumen en una palabra (o dos): fuegos artificiales. Un verdadero golpe de corazón.