Restaurante en París con una carta de platos basada en bellos productos de temporada y un sabroso plato.
En el siglo XIX, un caldo tenía como objetivo servir una comida "digna de ese nombre" a bajo precio. Una definición modesta para este restaurante pilotado por Marc Favier, antiguo segundo de Jean-François Trampa. La tarjeta en formato A 4 se abre sin duda a un caldo de "auténticos" champiñones de París, pero el acompañamiento de esta entrada, del foie gras de pato, del apio y de la cilantro, anuncia claramente otra ambición, con platos centrados en bonitos productos de temporada (espárragos de Piolenc, buey de Simpática…) que suenan justo, y no es tan frecuente. La espalda del bar salvaje cocido y su puré de zanahorias jengibre es un plato sabroso que va directo al objetivo. Se anuncia al chef menos cómodo en los postres. A ver, ya que el pastel de chocolate "de mi aprendizaje" con sorbete de la pasión es una delicia. Buena carta de vinos.
Opiniones de los miembros sobre BOUILLON
Nous étions une table de 10, jamais facile mais nous avons été servis tous en même temps et le temps entre les plats étaient parfait. Le personnel est très agréable, sens du services, souriants, à la hauteurs.
Les plats, un régal de l entrée jusqu au dessert.
Je n hésiterai pas à le recommander et à y retourner surtout ????
J apprecie l'adaptabilité de l'équipe et leurs dispositions à accueillir les enfants, ce n'est hélas pas la cas partout.
La jeune fille qui officie en salle est souriante et bienveillante.
(Traduit par Google)
bonne nourriture, service épouvantable. J'ai été terrorisé par l'une des serveuses, comportement très grossier et désagréable.