Pizzería con decoración de loft neoyorquino de los años sesenta que ofrece pizzas vendidas por porciones.
La idea de vender la pizza a la copa ha ido bien desde la apertura de Al Taglio, excepto que todo se había apostado por el concepto y no demasiado por la decoración. Loretta ha apostado por ambos. Una decoración de loft neoyorquina de los años sesenta, paredes llenas de fotos, entre ellas las de la mama de la casa. Su hijo juega las pizzerías de maravilla y no se deja ganar por la rutina. Las pizzas varían a lo largo de los días aunque las ineludibles no salgan del mapa. La pasta es fina, crujiente y mullida a la vez, los forros de productos frescos originales. El tomate-pesto-perejil es sencillo pero perfumado. También se recomienda la patata-romana, cohetes-tomate cereza-cebolla roja, gorgonzola-nueces.
Et gentil personnel
Je recommande, attention c’est uniquement à emporter.