Restaurante que ofrece una cocina que mezcla diferentes sabores de todo el mundo.
Es lo que se denomina "the art fusion food". Traduzcan: una cocina en la que se mezclan diferentes cocinas del mundo. Es la especialidad de esta casa, más bien orientada a Asia, pero que mezcla sabores y con gran exactitud. El tártaro de salmón y dados de mango sagrado acompañado de wasabi es un ejemplo. Los fideos de altura, el pato secco y las coles de Shangai o el arroz perfume, salta a los huevos y a la ciboulette, acompañado de pollo crujiente. En cambio, en el lado postres, es más bien clásico a imagen de la incógnita mullida de chocolate, del clásico queso cheesecake, de la ensalada de frutas exóticas o de la tarta de limón verde. Sin embargo, este toque clásico es muy bienvenido, ya que los postres son muy logrados. En cuanto a la decoración, es bastante acogedora, el servicio es agradable y estamos lejos de los cantinas de los camarotes asiáticos o de los restaurantes chinos a la antigua.
Amateurs, vous ne serez pas déçu.
Le seul point faible, le bruit.