HIMAYOGA
¿Usada por la trepidante vida parisina? Creada en 2003 por Céline Miconnet, la escuela Amala se convirtió en un paréntesis relajante, gracias al Yoga Iyengar, del maestro del mismo nombre, caracterizado por el dinamismo y la precisión en la enseñanza de las retinas, así como por la profundidad del bienestar obtenido. Puedes practicarte en un espacio zen y acogedor, original, a 5 minutos de Montmartre. Todo está hecho para instalar un ambiente realmente serena y desconectarte del estrés diario. La difusión de aceites esenciales y luminoterapia les pondrá en condiciones antes de embarcarse en un curso de una hora. Cabe señalar: para llegar hasta el final de la experiencia, los masajes ayurvédicos, reiki y otro método de respiración consciente figuran también a la carta. El más: formación de profesor de yoga.